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Posted by Emilis González Ordoñez on 18:26
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Emilis Gonzalez

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XL TRES PALITOS

Posted by Emilis González Ordoñez on 6:35
En días pasados publiqué un artículo titulado De cuando fui Miss
Trapichito, sucede que, a raíz de eso, unas alumnas me pararon, en un
pasillo de la universidad, para decirme: Esoo profeee, que se decidió
a luchar contra la gordura. Con tal que no se meta a FARANDI. . . y
otra agregó: no seas mala chica, ella ta muy vieja pa ser FARANDi. Y
rieron con ganas. Reí con ellas, pero seguí mi camino pa no decirles
sus cuatro lavativas por llamarme gorda y vieja. Pero algo me inquietó
del asunto, ese término, farandi. No me atreví a decirles nada pa no
demostrar mi total y absoluta ignorancia. Y es que no sabía si
ofenderme o halagarme.

Como soy una antropóloga aficionada me dediqué a investigar el
asunto. Y mi amiga Adid Stefania me ayudó al explicármelo, con
ejemplificaciones y demás, que me permitieran identificar, entre la
multitud, a una farandi. Así comprendí que una farandi es una chica,
cuya edad oscila entre los 18 y los 25; pensé: caracha hace unos
cuantos días con sus noches que no tengo esa edad. Por ese lao tengo
cero uno.

Me dijo además, que esas niñas cultivan su cuerpo para mantenerlo de
manera impecable, que hacen dieta y ejercicios que son fitnnes al mil
por ciento; otro cero más, si bien es cierto que ya no me pierdo
cuando hago bailoterapia, y hasta me siento diva bailando Tanga, tanga
tanga de Diosa Canales, tampoco es que me he rebajado nada.

Agregó que una característica primordial es que mantienen una larga
cabellera impecablemente cuidada, me reí de mi cabello corto, porque
me da calor largo y de mis rulos al aire porque estoy orgullosa de mi
bisabuelo esclavo y de mi pelo malo (¿desriz? NUNCA, NUNCA). Sucede
que las muchachitas esas además utilizan maquillaje perfecto, de
revista, aunque salgan a comprar pan en la esquina; JA si aún mi mamá
me regaña porque salgo a la calle casi que con la cara lavada. Además
que disque no comen para que la ropa les quede o para ahorrar para
comprar la moda. Yo hago dieta, como no, la del cochino.

Y disque no se bajan de unos tacones inmensos. Yo pensé, pero si
descalza mis rodillas no aguantan mi peso cómo lograré que lo resistan
bailando con unos tacones 15 centímetros. Pero la guinda de torta es
que son muy sociables, mucho, sobretodo con los caballeros que poseen
automóviles tipo camioneta lujosa. Noooo chicaaaa, si no le hablo ni a
mis amigos mucho menos me monto en una camioneta con un desconocido.

En resumidas cuentas que de todas las características tengo es
ninguna. Es decir que fracasé como farandi. Mejor me conformo con mi
peso, mi figura, mi edad y mi apariencia y comienzo a comprarme, como
diría mi amiga Joana Asuaje, mis camisas XL tres palitos y sigo
bailando como la Diosa Canales pero na más que pa sentirme malota.

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De cuando fui Miss Trapichito

Posted by Emilis González Ordoñez on 5:53
En días pasados tuve un punto de quiebre al tomarme una foto con uno
de mis sobrinos más pequeños, con Arturo. Vi la foto y dije: que
vaaaa, la gordura no me deja vivir. No puedo seguir así. E hice lo
impensable, lo increíble, me inscribí en el gimnasio. Si, lo sé, soy
la decepción más grande de Simone de Bouvier. Me inscribí en el gym.
Porque en mi época decíamos: voy al gym; y una era nice. Pero no
ahora, ahora se es fitness. Estoy full fitness. No podría mimetizarme
con los chamos porque hasta la forma de hablar, los modismos nos
diferencian.

Y entrar en un gimnasio es como entrar en otra dimensión. La cosa es
dura. Ahí la gente no va a jugar carrito. Llego al gym, a clases de
bailoterapia porque en mis condiciones físicas (que son iguales a - 0)
es lo que puedo hacer. Inicia la clase. El instructor se menea como
nunca he podido hacerlo, grita ¡vamos denle! Y pienso: si me meneara
así nunca me hubiesen montado cacho. Jamás hubiese sabido qué es eso
de divorcio. Y lo veo moverse y las veo moverse y me da vergüenza y me
paralizo. Se me acerca una niña y me dice. Dele profe, dele. (De donde
menos uno espera sale un estudiante que nos conoce y nos descubre un
nuestra fase más vergonzosa) Dele, No le de pena o no rebaja. Dele
que, a menos que esté ultramami, no la verán moverse. Piense que si no
se mueve no le dan banda y Ud. quiere es ser Miss. (Ella parte del
hecho que todas las mujeres en Venezuela quieren ser miss. Y si estoy
en un gimnasio no puedo ser muy diferente al resto de mis congéneres)
¿Miss qué quiere ser usted? Pienso y digo: Será miss Trapichito que es
pa donde más voy. Bueno, muévase, muévase pa que le den su banda.

Me llené de valor, pienso, vine fue a rebajar, olvidé la vergüenza y
me moví, con mi mejor garbo y charm y glamour, pero al bailar y mirar
de frente, sólo veía una señora gorda, con una barriga amorfa, que se
movía torpemente y fuera de todo ritmo y pa colmo la gorda esa me
tapaba la vista… osea, no me podía ver en el espejo porque la gorda
estorbaba, pero me parece conocida la vieja gorda, me acerco bailando,
me acerco, me acerco al espejo…… ¡soy la gorda sorda en el espejo!
(los espejos de esos lugares suelen ser crueles) soy la señora amorfa
del espejo, pero ya no quiero serlo, así que me muevo y sudo y bailo,
y bailé las canciones más misóginas que he escuchado en la vida, y
bailé mi primera canción de Silvestre Dangod y ohhhh sorpresa, me sé
la canción (Nota mental: dejar de juntarme con Gustavo. Obviamente es
mala influencia) y bailo y sudo y cuando el instructor grita: ¿Todo
por quééééé? Yo grito, a todo pulmón, con mis compañeras: por la
corona. Y ya me siento más cerca de ser Miss Trapichito. Y Lydda
Franco Farías me deshereda y Simón de Bouvier comprende que ya me
venció el mercado y ni la sagrada teoría feminista logrará salvarme.

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Posted by Emilis González Ordoñez on 5:50
En días pasados tuve un punto de quiebre al tomarme una foto con uno
de mis sobrinos más pequeños, con Arturo. Vi la foto y dije: que
vaaaa, la gordura no me deja vivir. No puedo seguir así. E hice lo
impensable, lo increíble, me inscribí en el gimnasio. Si, lo sé, soy
la decepción más grande de Simone de Bouvier. Me inscribí en el gym.
Porque en mi época decíamos: voy al gym; y una era nice. Pero no
ahora, ahora se es fitness. Estoy full fitness. No podría mimetizarme
con los chamos porque hasta la forma de hablar, los modismos nos
diferencian.

Y entrar en un gimnasio es como entrar en otra dimensión. La cosa es
dura. Ahí la gente no va a jugar carrito. Llego al gym, a clases de
bailoterapia porque en mis condiciones físicas (que son iguales a - 0)
es lo que puedo hacer. Inicia la clase. El instructor se menea como
nunca he podido hacerlo, grita ¡vamos denle! Y pienso: si me meneara
así nunca me hubiesen montado cacho. Jamás hubiese sabido qué es eso
de divorcio. Y lo veo moverse y las veo moverse y me da vergüenza y me
paralizo. Se me acerca una niña y me dice. Dele profe, dele. (De donde
menos uno espera sale un estudiante que nos conoce y nos descubre un
nuestra fase más vergonzosa) Dele, No le de pena o no rebaja. Dele
que, a menos que esté ultramami, no la verán moverse. Piense que si no
se mueve no le dan banda y Ud. quiere es ser Miss. (Ella parte del
hecho que todas las mujeres en Venezuela quieren ser miss. Y si estoy
en un gimnasio no puedo ser muy diferente al resto de mis congéneres)
¿Miss qué quiere ser usted? Pienso y digo: Será miss Trapichito que es
pa donde más voy. Bueno, muévase, muévase pa que le den su banda.

Me llené de valor, pienso, vine fue a rebajar, olvidé la vergüenza y
me moví, con mi mejor garbo y charm y glamour, pero al bailar y mirar
de frente, sólo veía una señora gorda, con una barriga amorfa, que se
movía torpemente y fuera de todo ritmo y pa colmo la gorda esa me
tapaba la vista… osea, no me podía ver en el espejo porque la gorda
estorbaba, pero me parece conocida la vieja gorda, me acerco bailando,
me acerco, me acerco al espejo…… ¡soy la gorda sorda en el espejo!
(los espejos de esos lugares suelen ser crueles) soy la señora amorfa
del espejo, pero ya no quiero serlo, así que me muevo y sudo y bailo,
y bailé las canciones más misóginas que he escuchado en la vida, y
bailé mi primera canción de Silvestre Dangod y ohhhh sorpresa, me sé
la canción (Nota mental: dejar de juntarme con Gustavo. Obviamente es
mala influencia) y bailo y sudo y cuando el instructor grita: ¿Todo
por quééééé? Yo grito, a todo pulmón, con mis compañeras: por la
corona. Y ya me siento más cerca de ser Miss Trapichito. Y Lydda
Franco Farías me deshereda y Simón de Bouvier comprende que ya me
venció el mercado y ni la sagrada teoría feminista logrará salvarme.

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De cuando fui Miss Trapichito

Posted by Emilis González Ordoñez on 5:42
En días pasados tuve un punto de quiebre al tomarme una foto con uno
de mis sobrinos más pequeños, con Arturo. Vi la foto y dije: que
vaaaa, la gordura no me deja vivir. No puedo seguir así. E hice lo
impensable, lo increíble, me inscribí en el gimnasio. Si, lo sé, soy
la decepción más grande de Simone de Bouvier. Me inscribí en el gym.
Porque en mi época decíamos: voy al gym; y una era nice. Pero no
ahora, ahora se es fitness. Estoy full fitness. No podría mimetizarme
con los chamos porque hasta la forma de hablar, los modismos nos
diferencian.

Y entrar en un gimnasio es como entrar en otra dimensión. La cosa es
dura. Ahí la gente no va a jugar carrito. Llego al gym, a clases de
bailoterapia porque en mis condiciones físicas (que son iguales a - 0)
es lo que puedo hacer. Inicia la clase. El instructor se menea como
nunca he podido hacerlo, grita ¡vamos denle! Y pienso: si me meneara
así nunca me hubiesen montado cacho. Jamás hubiese sabido qué es eso
de divorcio. Y lo veo moverse y las veo moverse y me da vergüenza y me
paralizo. Se me acerca una niña y me dice. Dele profe, dele. (De donde
menos uno espera sale un estudiante que nos conoce y nos descubre un
nuestra fase más vergonzosa) Dele, No le de pena o no rebaja. Dele
que, a menos que esté ultramami, no la verán moverse. Piense que si no
se mueve no le dan banda y Ud. quiere es ser Miss. (Ella parte del
hecho que todas las mujeres en Venezuela quieren ser miss. Y si estoy
en un gimnasio no puedo ser muy diferente al resto de mis congéneres)
¿Miss qué quiere ser usted? Pienso y digo: Será miss Trapichito que es
pa donde más voy. Bueno, muévase, muévase pa que le den su banda.

Me llené de valor, pienso, vine fue a rebajar, olvidé la vergüenza y
me moví, con mi mejor garbo y charm y glamour, pero al bailar y mirar
de frente, sólo veía una señora gorda, con una barriga amorfa, que se
movía torpemente y fuera de todo ritmo y pa colmo la gorda esa me
tapaba la vista… osea, no me podía ver en el espejo porque la gorda
estorbaba, pero me parece conocida la vieja gorda, me acerco bailando,
me acerco, me acerco al espejo…… ¡soy la gorda sorda en el espejo!
(los espejos de esos lugares suelen ser crueles) soy la señora amorfa
del espejo, pero ya no quiero serlo, así que me muevo y sudo y cuando
el instructor grita: ¿Todo por quééééé? Yo grito, a todo pulmón, con
mis compañeras: por la corona. Y ya me siento más cerca de ser Miss
Trapichito. Y Lydda Franco Farías me deshereda y Simón de Bouvier
comprende que ya me venció el mercado y ni la sagrada teoría feminista
logrará salvarme.

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Lo que pasa es que tú sabes que AJÁ

Posted by Emilis González Ordoñez on 10:22

 

            Frecuentemente recibo quejas escritas por mis artículos, algunas hasta personales, pero nunca me habían visitado en la oficina solo para quejarse. En días pasados recibí la visita de mi amigo Gustavo que fue a mi trabajo, expresamente a reclamarme, ofendido, por mi último artículo.

            Me decía, indignadísimo, muchas cosas. Confieso que quedé en el sitio mientras el individuo en cuestión me decía:

            Yo no te había dicho nada, porque hasta graciositos me parecen tus artículos. Pero esta vez te pasaste. Te digo con toda la sinceridad que tú no eres ninguna antropóloga amateur, tú lo que eres es una tronco  de averiguadora. Tú eres una de esas personas que se paran detrás de las puertas a escuchar las conversaciones ajenas y las publicas para que todos las lean. Pero qué necesidad tienes tú de estar publicando las disertaciones filosóficas de la gente. Yo en lugar del chamo de la semana pasada del artículo Los Chinos están completos (http://articulosmamarrachos.blogspot.com/2013_05_01_archive.htmlte) te de-nun-cio. Porque lo sometes al escarnio (a él y a todos) y la gente va y nos juzgan. Y eso no puede ser. Porque disque los hombres somos todos iguales, y somos perros y somos malos. Y eso no es así. Eso es falso.

            NO, no vale, eso no puede ser. Pones a uno en mal. Porque yo te digo algo; Tú no comprendes la belleza y la poesía que hay en el asunto de la mentira. La mentira es un arte que está subestimado, que no se ha sabido apreciar. ¿Sabes el ejercicio mental que hago diariamente? Me preguntas qué hice el 12 de mayo del 2009 en la tarde y te lo sé. Porque he ejercitado mi mente para no caer en contradicciones. Y las mujeres no aprecian eso. Y eso no es fácil. Eso es UN arte.

Yo no lograba articular palabra y seguía el hombre con total descaro…. ¿tú crees que uno nace así? Noooo, uno se perfecciona. Con constancia, ejercitando la mente. Por ejemplo, si uno va a salir con alguien tiene que irse de frente y pal centro comercial o el restaurante más famoso. Así, si la costilla te llama, tú le respondes: pero chica, tú crees que voy a montarte cacho y me voy pa un lugar tan público. Esa es una compañera de trabajo que me conseguí en el lugar y la saludé. Ah, tú quieres que sea maleducado. ¿Eso es lo que tú quieres? Que la gente piense que soy maleducado y grosero. Actuando a la defensiva, serio y tranquilo. Eso no es sencillo, aprecien, aprecien es lo que es.

            Y va la gente que según quieren a uno y le dice, no te preocupes que esa que te dejó, esa es una mala mujer, tú te vas a conseguir la mujer que te mereces. NOOOO pana, Dios no me puede castigar así. Yo no puedo conseguirme la mujer que me merezco, pero si tú sigues divulgando lo que uno hace, piensa o dice las mujeres taran advertidas y me voy a conseguir la que me merezco y no la que quiero. Chacha ayudá a uno, porque las mujeres son cuaimas, y bueno, no es que uno quiera ser malo, pero lo que pasa es que tu sabes que ajááá.

            No entendí muy bien su disertación ni muchos menos el aja ese del final, no entendí cuál era su enojo, así que reproduzco acá su perorata a ver si alguien puede explicarme su incomodidad para no volverlo a hacer.


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Los chinos están completos.

Posted by Emilis González Ordoñez on 12:58

En los últimos días he estado sin carro. Y he tenido que apelar a las colas y al transporte público y esto me ha servido para mis investigaciones antropológicas. En días pasados mientras esperaba que la gente se acordara de mi, escuché a un grupo de estudiantes de ingeniería que dialogaban.

                                   

Era un grupo de hombres jóvenes. Uno de ellos llevaba la voz cantante. Y al escucharle, por su forma didáctica de hablar, por sus inflexiones de voz, por su histrionismo yo me imaginé que así mismito debe haberle hablado Aristóteles a sus discípulos. Yo sólo veía el grupo que hablaba y reía, me importó poco la conversa hasta que el filósofo dijo: Mire mi hermano, no invente. LOS CHINOS ESTÁN COMPLETOS. Ellos son los que inventan vainas. Ahí me interesé en averiguar. El sabio maestro decía:

 

.- Lo primero que tienen que preguntar es: ¿Dónde vives? En calle tal con tal. ah ok, ¿pero tu familia vive ahí, siempre has vivido ahí? Si la respuesta es si, olvídelo. Esa, por muy liberal que quiera ser, tiene la familia cerca y algo la frena. Pero si le dice, no, estoy residenciada. LISTOOOOO. Esas están lejos de la casa, son libres. O tienen necesidad de libertad y bueno, ahí uno puede ayudarlas. A ser libres.

Mire mi hermano, uno el limpio no puede darse ciertos lujos como perder el tiempo, porque se acaban las dos bolívares y la mujer se va con otro. Uno sale con la mujer y a la segunda o tercera cerveza intenta concretar algo. Si la tipa dice: grosero, vulgar, pasao. Uno ya sabe que no hay vida y no sigue gastando plata.

Si es verdad, puede uno ganarse fama de pasao. Pero te digo una vaina, a uno una mujer nunca lo deja por pasao. Porque diga cosas. Lo deja por quedao, pero por pasao nunca. A las mujeres les gusta que uno las bucee y le diga vainas.

            Por cada 4 que te dicen ¡grosero, pasao, vulgar¡ ¿que te creíste chico? Hay 6 que se ríen y te dicen pasao, pero en otro tono. Ahí uno sabe que tiene chance. Pero eso si. Ojo y cuidao. Si salen con una y se sabe las canciones de Rocío Durcal o Ana Gabriel agárrense o huyan porque van a gastar hasta el último medio y quizá lo único que le den será las buenas noches. Pero si la mujer le dice que le gusta Chavela Vargas, no vale, esa lo rasca, lo deja dormido en la mesa con una cuenta inmensa y se va con el de al lado y usted al otro día no se acordará ni de en qué país está.

            Es que uno debe apuntar al charamisco, a la leña que es fácil de recoger y enciende rápido. Esa da comida caliente, y no echa humo.

            Como me pasaron buscando no pude escuchar más, pero me impresionó, porque el filósofo hasta clases de cocina, campamento y sobrevivencia al aire libre dio. Y después dicen que nuestros jóvenes no están en nada.


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Vaga-ciones YA

Posted by Emilis González Ordoñez on 13:33

Regresando de Semana santa, me encontré un compañero de trabajo. Quien me grito a todo gañote: DIOS MIO, qué fea y maltratada estás. ¿Tú no vienes de vacaciones? ¿Por qué no descansaste? (Quedé en una pieza. Ok,  no estoy pa concursar en el miss Venezuela, pero que me lo griten así me parece,  mínimo, un pecado) y antes de que pudiese reaccionar agregó: Ajo te pusiste a estar bebiendo, trasnochándote. Ya estás vieja pa esas cosas.

 

                Como decidí ser feliz y no enfrentar peleas inútiles con el primer pistola que se me presente, respiré profundo, conté hasta 800mil y le dije: La buena vida y el dinero que me sobra pa estar una semana bebiendo y trasnochándome. Lo miré despectivamente y me aleje.

 

                Pero mientras lo hacia pensaba. ¿Qué hice en los días de asueto pa no estar fresca cual lechuga? ¿Por qué no parezco una actriz de cine recién salida de la pantalla? Y me puse a recapitular. A veeeeeerrrrrr.

 

                Si una mujer está en la casa las 24 horas debe hacer de todo. Trabaje o no siempre me  levanto temprano,  hago tetero y desayuno, planifico y adelanto almuerzo. Luego barrer y limpiar, recoger todos los juguetes, libros, zapatos, tazas y platos regados que estarán a la media hora en el mismo lugar. Al terminar, hacer el almuerzo, almorzar, lavar absolutamente todos los peroles que se ensuciaron. Una vez que todos duermen la siesta tratar de leer un libro, escribir un artículo, pintarme las uñas, arreglarme las greñas o cualquier cosa de esas que disque son obligatorias a las mujeres para estar bellas. Pero todo eso hay que hacerlo muy rápido porque la gente cuando se levanta de la siesta quiere merienda. Y terminada la merienda, hay que preparar la cena. Una vez que se cena nuevamente lavar el perolero. Y cuando ya se durmió la gente se lava o se plancha o se estudia. Y eso se repite TODOS los benditos días.

                ¿Salir? Sola es imposible, porque una mujer decente y ocupada debe atender casa y marido y familia y perro y gato y demás. Y si es con la familia entonces preparar la movilización del siglo. Hay que llevar más peroles que ejercito en campaña de guerra. Y terminar más cansada que si se quedara en casa. Cuando me veo lustrando muebles, regando matas, haciendo arepas, pendiente de pequeñeces como la moda y el maquillaje pienso que en algún lugar del universo están reunidas Simone de Bouavior y sus feministas sintiendo mucha vergüenza. Es que esto de la liberación trajo más esclavitud que libertad y todavía hay gente como el gordo mamarracho ese, que seguro es de los que se echa en la casa durante todos los días de asueto, que no lava ni su plato, que no se mira al espejo ni pa afeitarse a decirme a mi que debo descansar porque no sé aprovechar el tiempo. Señor yo no estaba de VAGAciones, ese era usted.


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Perro ningún, ningún

Posted by Emilis González Ordoñez on 6:27

Yo tengo un perrito, un poodle, se llama Akenathon. Sí, Akena, uds. deben pensar que el nombre de uno de los faraones más bravíos no puede ser asociado a un perrito. Que los nombres pa poodle son: fifi, cuchi, pochi, pues NO; mi perro se llama como el faraón y punto. Ya tiene 9 años y en verdad piensa que es el rey del universo y que nosotros somos sus sirvientes.


Akena se enfermó (inserte acá música dramática con violines y demás) SE ENFERMÓ AKENA, corríamos en un solo puesto de la preocupación. Decidimos llamar a la doctora Rosaly quien nos remite al hospital del Hatillo. Allá nos atiende el doctor Romel Villaroel, asistido por Analy y Rosaly González. Miran al paciente, me miran a mí, conversan (inserte en este momento el corifeo dispuesto a cantar una tragedia griega) y el doctor dice: Le voy a hablar claro. (Si un doctor en una clínica le dice eso agárrese durísimo que lo que viene es sacar la plata burria. Pero cuando te lo dicen en un hospital eso no significa naitica bueno) tragué grueso y se me aguaraparon los ojos. Y el doctor agregó: Él es candidato pa eutanasia. Pero yo no quiero hacerlo. Voy a intentar salvarlo. Hay que transfundirlo porque tiene la hemoglobina en 1.(En ese momento el corifeo cantó la segunda aria) Acá hay donantes, pero tiene que hablar con una de las muchachas del grupo ecológico que los cuida a ver si permite la extracción pa la transfusión.


Y es que sucede que es más fácil caerle a golpes al decano de agro y mar y salir impunemente por la puerta del Hatillo, que hacerle algo a alguno de los animalitos que están bajo el cuidado del grupo ecológico. Pasa la coordinadora del grupo ecologista, una criatura jovencita que fácilmente pudiese ser mi hija, con pinta de esas niñas que se la pasan en un mall con un celular en la mano y diciendo pistoladas. Pero es solo la pinta, porque entra y me interroga como si fuese uno de los comisarios más experimentados del CICPC. ¿Por qué ese perro ta así? ¿Ud. lo cuida? ¿Segura? ¿Cuándo lo baña? No parece. ¿Cuándo se dio cuenta que taba enfermo? Yo no sabía si llorar porque Akena se me moría o por ser juzgada cual criminal de guerra. La cosa es que la convencí; y accedió a la transfusión. La muchacha es apretada, pero si pueden, colaboren con su grupo, hacen una excelente labor. No dejen que los interrogue. Vayan dejan el donativo y salen corriendo.


Pero volviendo a Akena, pasamos 2 días, lease dos días con sus 24 horas, corriendo, inyecciones, transfusiones, medicamentos, laboratorios y exámenes. Al final me salvaron al poodle. Me volvió el alma al cuerpo. Pero ahora Akena ta ciego, por la edad, dicen los veterinarios. Él se acostumbra al mundo y yo me acostumbro a su discapacidad acompañándolo amorosamente.


Y ustedes dirán que exagero en gastar tanto tiempo, cariño y dinero en un perro. Pero les voy a responder como le dije a una amiga. En días pasados, hablando con la susodicha, me dice: dejé a fulano, por perro. Y yo reflexioné y encolerizada le dije: ¿Por perro? ¿Cómo que por perro chica? Yo tengo uno en la casa, y nunca me ha dicho que me veo gorda y que me ponga a rebajar. O me ha visto de arriba abajo y me ha dicho eso te queda horribleeeee. ¿Pa donde vas a salir así? Cambiate. Y eso que estoy segurísima que Akena me ha visto en más de una ocasión como hallaca mal amarrada. JAMÁS se ha quejado de mi comida (esto sabe feo, así no me gusta y ponen cara de muchachito de 5 aunque tengan más de 30) ni me ha dicho que su mamá cocina mejor (mi mamá hace el arroz así y las caraotas de otra forma... Quédese con su mamá y déjeme en paz). Nunca me ha reclamado porque trabajo mucho o porque salgo mucho o porque me voy de viaje un fin de semana y lo dejo al cuidado de otros. NO, yo voy de viaje y regreso y Akena me recibe con el mismo amor como si no me hubiese ido. No chica lo dejarías por otra cosa, por perro ningún ningún.


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¡El problema está es en el tan!

Posted by Emilis González Ordoñez on 8:34

En artículos anteriores he dicho esta que sociedad tiene un culto a lo joven, al cuerpo juvenil y adolescente. Y todo aquel que no esté en esos parámetros es, sin misericordia ni piedad alguna, tildado de viejo. Claro que nadie quiere ser viejo, porque entre otras cosas, ser viejo es ser feo. Y no hay peor pecado, en este plástico mundo, que ser feo. Es casi tan malo como estar fuera de moda.  Y es tan terrible la presión que, quitarse la edad; una práctica asociada comúnmente a las mujeres, es cada vez más común entre los hombres. Tengo amigos que alegan tener 25 cuando nosotros sabemos que tienen esos 30 bien gastados.

 

            Ahora bien, todos somos jóvenes hasta que se demuestre lo contrario. Eso no lo dude, pero hay indicios, detalles, nimiedades que pueden llevarlo a ud. (a mi jamás) a notar que la nieve de los años lo alcanza y lo sobrepasa. Por ejemplo, si Ud. necesita  decir que es joven, aclarar que es joven y preguntar ¿qué edad me calculas? déjeme decirle que no es joven na. Porque los chamos son jóvenes y `punto. No piensan en edad ni nada de eso, porque ellos son tan inmortales que no se preocupan por nada que no sea el aquí y el ahora. Igual sucede con la ropa se visten y ya. Y todo les queda chévere en sus cuerpitos juveniles. Pasan de andar en cholas y jean  a megatacones y microfaldita o traje y corbata y no importa pero ej na.

 

Ahora bien reconozco que me importa muy poco las clasificaciones, les tengo poco  o ningún respeto. Sin embargo, miro con curiosidad todo lo que generan esas clasificaciones.  Me da risa que exista: la infancia, la adolescencia y la adultez, pero que la adultez se clasifique a su vez en adulto mayor y adulto contemporáneo. El adulto contemporáneo fue el eufemismo que se inventaron pa decirle viejo a la gente. Porque o eres niño, o eres joven o eres viejo. Ahora bieeeenn, les aclaro que a partir de los 25 años en adelante se es adulto contemporáneo, es decir, se es viejo, pero lo dicen como que disimuladamente.

           

            Uds., lectores, pensaran que exagero, pero NOOOO. Como les digo, si se tiene necesidad de preguntar: ¿Me veo vieja(o)? y la respuesta es algo así como: no vale, no te ves TAN vieja(o). No lo dude ni un segundo, está vieja(o). Porque si no lo está le dicen no vale, qué te pasa, esas son ideas tuyas. Pero le dicen tu no estás TAAANNNN. Y el problema está es en ese bendito tan. Que es un adverbio de cantidad y significa que Ud. tiene una catajarra de años encima.

 

            Como les venía diciendo siempre he estado ajena a esos detalles tan nimios y superfluos como la edad. Esa lavativa es simplemente un número. Pero en días pasados estaba en una reunión en la universidad para la cual laboro y una niña ahí tomó la palabra para defender las bondades de un proyecto llamado municipalización y, entre otras cosas, decía: porque en la tradicional estudian solamente adolescentes, niños recién salidos de la escuela, pero en municipalización estudia gente MAYOR, GENTE MA YOR, GENTE MAYOR (y lo recalcaba con los gestos al abrir los brazos en todo lo que daban, tratando de abarcar la cantidad de años de la gente mayor) no sólo jóvenes. Estudia gente mucho mayor como de 40 años. Y ahí sentí como un microinfarto, y un balde de años cayéndome encima y dije: fin de mundooooooo. Me alcanzó la tercera edad.  


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