LA esperanza.
Pertenezco al club de las utópicas que cree que todo es mitad y mitad. No comulgo con esa idea de nuestras abuelas según la cual si nacía un varón nacía una esperanza. No me pregunten una esperanza de qué, eso no lo sé, pero así decían: "¿Qué tuvo fulana? Una esperanza". Y todo el mundo sabía que en esa casa habían tenido la suerte, la fortuna de tener un hijo varón. Las mujeres, no representábamos sino un escollo que podría salvarse si a la muchacha se la casaba bien, con un hombre bueno. Y al casarse con un hombre bueno ella tendría sus hijos (ojala que una esperanza de primero) y cuidaría de su hogar. Pero eso se supone que es pasado superado. Las mujeres vamos a la escuela, estudiamos en las universidades, trabajamos y nos mantenemos.
Hasta acá todas las damas, y buena parte de los caballeros, que leen este artículo estarán de acuerdo conmigo. El mundo ahora es cada vez más igualitario, más justo, pero nosotras seguimos empeñadas en conseguir nuestra esperanza para ser felices.
Creo que mis amigas, y algunos amigos liberales, me dejarán de hablar por lo que voy a decir, pero bueno, soy conocida por decir siempre la verdad. Ahí va: Las mujeres en este país tenemos que decidir entre tener pareja o no tenerla y consecuencia actuar. ¿Cómo es eso? Fácil.
· Ud. quiere casarse y cree que podrá compartir todos los quehaceres domésticos mitad y mitad con su esposo. Déjeme decirle que está equivocada o se pone a barrer, limpiar, cocinar y lavar pa que el señor no se sienta descuidado o su unión terminará en divorcio.
· Ud. piensa que al tener hijos todos, absolutamente todos los cuidados al infante serán compartidos, hoy te toca a ti y mañana a mí. ¡Ja! Bájese de esa nube, los hijos los cuida ud., pa eso los parió.
· Sueña que una vez que se casen ambos permanecerán en el hogar jugando a la familia feliz. Lamento informarle que según un dicho popular venezolano: "la casada es ud., él puede seguir haciendo su vida de soltero". No digo más.
· Si pensó que al casarse él olvidaría colocarle una hermosa corona hecha a base de cornamenta y se convertiría en un santo varón. Deben llevarla directo al cielo porque su inocencia es absoluta.
Si desea tener pareja hágase la loca y calase todo y si no lo piensa hacer olvide la pareja y no ande quejándose por la calle con el cuento de que todos los hombres son iguales. Si, son iguales o lo acepta y se los cala o sigue soñando con un mundo de igualdad, pero sola.
Publicar un comentario